¿Qué es la Inteligencia Emocional?
La importancia de saber ¿Qué es la Inteligencia Emocional?, es porque esta constituye el vínculo entre los impulsos morales, los sentimientos y el carácter.
Este artículo detalla como la Inteligencia Emocional es un factor que interviene en el éxito en las relaciones personales, en el rendimiento en el trabajo o el estudio y en el ajuste personal, y como todos tenemos el potencial para mejorarla en cualquier momento de la vida tanto personal como profesional.
Hay que tener en cuenta que el impulso es el vehículo de la emoción y que la semilla de todo impulso es un sentimiento expansivo que busca expresarse en la acción. Podríamos decir que quienes se hallan a merced de sus impulsos —quienes carecen de autocontrol— adolecen de una deficiencia moral porque la capacidad de controlar los impulsos constituye el fundamento mismo de la voluntad y del carácter. (Goleman, 1995, p. 3)
Inteligencia emocional
La Inteligencia Emocional es el conjunto de habilidades tales como controlar los impulsos, para comunicarse, regular el humor, la capacidad de automotivarse, ser una persona empática y social, comprender los sentimientos y las emociones propias y de los demás, ser capaz de enfrentarse a decepciones, la tolerancia a la presión y frustración, poder trabajar en equipo, todo esto para tener un mejor desarrollo personal.
La literatura sobre gestión, e incluso el sentido común, sugieren que la inteligencia emocional es el resultado de una mezcla de habilidades aprendidas y de talentos naturales. Es, en parte, predisposición genética; en parte, experiencia vital, y en parte, el resultado de algunas viejas lecciones. (Harvard Business Review, 2018, . 11)
Habilidades que se requieren en la Inteligencia Emocional
Conocer las propias emociones
Es reconocer el sentimiento mientras este esta ocurriendo, ya que no poder discernir los sentimientos propios nos puede dejar a la merced de estos y que luego no los pueda controlar.
Manejar las emociones
Es la capacidad de controlar las emociones propias, tener conciencia sobre uno mismo y la habilidad de poder manejar los sentimientos.
La propia motivación
Cuando se esta motivado se desea tomar la iniciativa, ser perseverante, responsable y demostrar ser eficaz.
Reconocer emociones en los demás
Esto quiere decir tener empatía con los demás, es poder percibir los sentimientos, las emociones, los pensamientos de las otras personas.
Manejar las relaciones
Poder manejar las emociones de los demás, además de poder captar los estados de ánimo de las otras personas.
Ponerse en el lugar de los demás
Esto significa actuar desde la empatía, poder escuchar y descifrar aquello que la persona no dice, pero está sintiendo, es tener la capacidad de escuchar, comprender al otro y ponerse en su lugar.
Crear relaciones sociales
Es la capacidad para establecer relaciones sociales fructíferas, para facilitar la convivencia social y para que los otros respondan adecuadamente.
¿Para qué son las emociones?
Es de suma importancia entender que las emociones se crean como una respuesta a un cambio entre la persona y su entorno, y esto lo vemos por ejemplo cuando una persona siente ira, siendo esta una respuesta a una injustica o agresión, o por otro lado que sienta miedo, y este sentimiento sea una reacción al peligro, entre otras emociones.
Las emociones llevan al ser humano a que se comporte de distintas formas, desde el aislamiento, la agresión o la huida.
Ahora bien ¿para qué son entonces nuestras emociones?, se dice que están son una guía cuando enfrentamos ya sea momentos difíciles, tareas demasiado importantes, perdidas dolorosas, los vínculos con amigos o compañeros, la formación de una familia, la persistencia por seguir una meta a pesar de tener fracasos, o cualquier otra circunstancia a la que una persona pueda enfrentarse a lo largo de su vida.
Pero relacionando esto con la Inteligencia Emocional, representa que debe haber un manejo adecuado de las emociones, lo que significa que debe existir un equilibrio, no suprimir las emociones, ya que es parte normal de los seres humanos sentirlas, pero es importante saber como manejarlas, como actuar con ellas, sobre todo porque cada sentimiento tiene su propio valor y significado y son parte de lo que somos.
La diferencia entre Inteligencia Emocional e Intelectual
Cada vez es más necesario integrar ambas inteligencias en la vida personal, en el ámbito educativo y en el campo profesional.
Mientras la inteligencia intelectual o cociente intelectual se refiere a la capacidad de cada persona para razonar, pensar y analizar situaciones, por su parte la inteligencia emocional es la capacidad que tiene la persona para controlar sus emociones.
Existe una necesidad de equilibro entre ambas inteligencias, ya que se ha dado muchísima importancia al coeficiente intelectual de una persona, pero se ha demostrado que, si no existe un desarrollo de la inteligencia emocional, una persona puede ser muy inteligente intelectualmente, pero si no sabe manejar sus emociones, la primera puede verse perjudicada.
Es necesario reconocer el hecho de que una gran inteligencia académica tiene muy poca relación con la vida emocional, ya que pueden existir personas listas o intelectuales, pero con muy escasa inteligencia emocional. Por lo que se debe entender que todos los seres humanos son una combinación entre el intelecto y la emoción, y el coeficiente intelectual y el emocional son dos maneras diferentes de medir la inteligencia global de una persona.
La Inteligencia Emocional en el trabajo
La Inteligencia Emocional cumple un rol significado en el desarrollo de las competencias laborales de cada individuo, pero estas dependen de las emociones, siendo un componente psicológico fundamental para el desarrollo de las habilidades que la personas tiene en el puesto de trabajo.
Por lo tanto, cuando el colaborador de una empresa reconoce e identifica sus emociones, este también puede identificar las consecuencias positivas y negativas de estas, es una persona que es perseverante en el logro de objetivos, reconoce sus fortalezas y debilidades como persona, acepta la responsabilidad sobre sus resultados en el puesto de trabajo y tiende a desarrollar competencias que pueden garantizar un buen desempeño en las organizaciones. En este sentido, se entiende que existe una relación estrecha entre competencias y aptitudes y conductas de la persona, y como estas se ven afectadas por emociones y sentimientos que hacen parte de la vida diaria y de ser humanos.
En el campo laboral es necesario que se tome en cuenta la inteligencia emocional como parte del individuo, ya que se ha podido evidenciar que las personas que se encuentran en la capacidad de autogestionar sus emociones, y que además pueden percibir y comprender las emociones de las demás personas en este caso las de sus compañeros de trabajo o demás, generar espacios de mutuo beneficio y desarrollo, estas personas son las que pueden desarrollar con menor dificultad ciertas competencia laborales importantes en el ámbito empresarial tales como el trabajo en equipo, liderazgo, comunicación asertiva, productividad, compromiso, responsabilidad, entre otras habilidades importantes.
Por su parte aquellas personas que tienen algún tipo de problema emocional relacionado con la manera en que manejan y expresan sus emociones en el ámbito laboral pueden llegar a tener un bajo desempeño en sus responsabilidades y funciones dentro de la organización, además de que les costara más desarrollar las competencias laborales de las que antes se mencionaban.
¿Qué es la Inteligencia Emocional? 5 Consejos para desarrollar la Inteligencia Emocional
- Para poder desarrollar nuestra inteligencia emocional debemos primeramente identificar nuestras competencias emocionales y aprender a identificar las de otros.
- Mejorar los vínculos con las demás personas a través de un buen trabajo sobre uno mismo, permitiéndonos actuar sobre nuestras emociones.
- Trabajar en aquellas emociones negativas que nos invaden con mayor frecuencia como los celos, angustia, frustración, ira, tristeza, dudas, desconfianza, ansiedad, además de otros.
- Trabajar en las heridas de nuestro corazón y aquellas situaciones que están depositadas ahí, ya que la inconstancia y el doble ánimo proviene de situaciones que aun guardamos en nuestro corazón.
- Aprender a reconocer nuestras fortalezas y debilidades. Si conocemos nuestros puntos fuertes, podremos apoyarnos más fácilmente en ellos. De la misma manera, si conocemos nuestros puntos débiles, nos será más fácil determinar nuestros límites.
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Documentos de consulta
Charlier, M. (2016). Saca partido de la inteligencia emocional. España: Plurilingua Publishing.
Ekman, P. (2017). El rostro de las emociones. Estados Unidos: RBA Libros.
Goleman, D. (1995). La inteligencia emocional. Por qué es más importante que el coeficiente intelectual. New York: Editorial Bantam Books .
Goleman, D. (2011). LIDERAZGO El poder de la inteligencia emocional. Barcelona, España: Ediciones B, S. A.
Harvard Business Review. (2018). Guía HBR Inteligencia Emocional. Boston, Massachusetts, Estados Unidos: Reverte, Editorial S.A.
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